Yoga: relajación para atravesar el día a día

La rutina muchas veces puede ser asfixiante. El yoga es una de las estrategias para contrarrestar este malestar. En este posteo te contamos un conjunto de ejercicios para cada momento del día.

Desde el trabajo y las responsabilidades familiares hasta las preocupaciones y las tensiones, a menudo nos encontramos navegando por un mar de estrés y agitación. El yoga es una de esas herramientas poderosas que puede ayudarnos a encontrar calma y equilibrio en medio de este caos. En particular:

• Reduce el estrés: el yoga se ha demostrado como una de las formas más efectivas de reducir el estrés. A través de la respiración consciente y las posturas relajantes, podés liberar la tensión acumulada en tu cuerpo y mente.

• Mejora la flexibilidad: a medida que envejecemos, tendemos a perder flexibilidad y fuerza. El yoga puede ayudarte a mantener y mejorar ambos, lo que es beneficioso en tu vida diaria. Incluso es muy beneficioso para los niños.

• Mejora de la concentración: la práctica de la atención plena (mindfulness) en el yoga puede aumentar tu capacidad de concentración y toma de decisiones, lo que es útil en el trabajo y en la vida personal.

• Da equilibrio emocional: el yoga te ayuda a reconocer y gestionar tus emociones de manera más saludable. Podés encontrar equilibrio emocional y desarrollar una mayor resiliencia ante los desafíos.

Una rutina de yoga para tu día a día

La mañana

El "Saludo al sol" es una secuencia dinámica que podés hacer por la mañana para despertar tu cuerpo y mente. A continuación listamos una versión simplificada:

• Postura de la montaña (Tadasana): parate con los pies juntos y los brazos a los costados del cuerpo. Inhalá profundamente.

• Inclinación hacia adelante (Uttanasana): exhalá mientras te inclinás hacia adelante desde la cintura, tratando de tocar los dedos de los pies.

• Media flexión hacia arriba (Ardha Uttanasana): inhalá y levantá la cabeza y la parte superior de la espalda, manteniendo las manos en el suelo o las espinillas.

• Perro mirando abajo (Adho Mukha Svanasana): exhalá, estirá las piernas hacia atrás y forma un triángulo invertido con tu cuerpo. Mantené los talones en el suelo.

• Cobra (Bhujangasana): apoyá el cuerpo en el suelo, inhalá mientras movés el cuerpo hacia adelante y levantá el pecho del suelo, manteniendo las manos junto a los hombros.

• Hacia el inicio: volvé a la postura del triángulo invertido, apoyando toda la planta de los pies. Luego seguí irguiéndote hasta conseguir la inclinación hacia adelante (paso dos) y, finalmente, levantá el cuerpo a la postura de la montaña otra vez.

Repetí esta secuencia de 5 a 10 veces para despertar tu cuerpo y mente con energía.

2. El mediodía

Durante el ajetreo del día, dedicá unos minutos a la respiración consciente. Sentate en una silla con los pies en el suelo, sin cruzar las piernas, cerrá los ojos y prestá atención a tu respiración. Inhalá profundamente durante 4 segundos, sostené la respiración durante 4 segundos y luego exhalá durante 4 segundos. Repetí esto durante 5 minutos para reducir el estrés y aumentar la concentración.

3. A la tarde o a la noche

Antes de acostarte, realizá una secuencia de yoga de relajación para preparar tu cuerpo para un sueño reparador:

• Postura del niño (Balasana): sentate sobre los talones y estirá los brazos hacia adelante, bajando la frente al suelo.

• Postura del gato-vaca (Marjaryasana-Bitilasana): posicionate apoyado en tus rodillas y en tus palmas, en cuatro patas, y alterná entre arquear la espalda (gato) y hundirla (vaca) mientras respiras profundamente.

• Relajación profunda (Savasana): estirá todo el cuerpo en el suelo, manteniendo los brazos a los lados con las palmas hacia arriba. Cerrá los ojos y relajate completamente durante al menos 10 minutos.

Esta rutina te ayudará a liberar tensiones acumuladas y a prepararte para un sueño de calidad.

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Soluciones D.E.M.A.: el yoga para relajarse en la rutina

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