Publicado por D.E.M.A. ● 22 junio, 2021
¿Cuáles son las cinco lesiones más frecuentes en el fútbol?
Conocé las lesiones habituales en el fútbol, y la mejor manera de prevenirlas.
Esguince de tobillo
Los esguinces de tobillo pueden ocurrir al doblar, torcer o girar de manera atípica el tobillo. En ocasiones, ese movimiento puede forzar los ligamentos más allá de su rango normal de estiramiento, desgarrándolos y provocando dolor, inestabilidad e inflamación.
En el fútbol se considera al esguince de tobillo como una de las lesiones más habituales, pero también es muy frecuente en otros deportes como la danza, el rugby, el tenis, o el básquet. Los expertos recomienden fortalecer los músculos de las pantorrillas para reducir el riesgo de sufrirla y ofrecer mayor estabilidad.
Rotura de menisco
El menisco es un cartílago fibroso que amortigua la articulación entre la tibia y el fémur, y cada rodilla tiene dos: el interno y el externo. Las actividades que exigen más de lo habitual el movimiento de las rodillas ⏤como el fútbol⏤ pueden ocasionar desgarros o la rotura de alguno de estos cartílagos ⏤sobre todo del menisco interno⏤ ocasionando dolor e inflamación.
La rotura del menisco es una lesión dolorosa, que además puede provocar rigidez, dificultad para estirar completamente la pierna e inflamación. Además de en el fútbol, le ocurre con frecuencia a los corredores, tenistas y basquetbolistas, y la mejor manera de prevenirla es fortalecer los músculos de la pierna (sobre todo cuádriceps e isquiotibiales), tener una rutina de precalentamiento antes de realizar actividad física intensa, y mantener un peso saludable para no sobrecargar la articulación.
Lesión del ligamento cruzado
La lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) es una ruptura o estiramiento excesivo de uno de los ligamentos más importantes de la rodilla, y en el fútbol se produce al exigir la rodilla con paradas repentinas, cambios bruscos de dirección, saltos o caídas fuertes con los pies. Algunas personas escuchan o sienten un chasquido en la rodilla al momento de producirse la lesión, y a ello le siguen rápidamente la inflamación, inestabilidad y dolor al apoyar.
Al igual que en la rotura de meniscos, una buena manera de prevenir la lesión de ligamento cruzado es realizar un programa de ejercicios que fortalezca los músculos de la pierna (sobre todo los isquiotibiales), con el fin de lograr un buen equilibrio general en la fuerza muscular de las piernas.
Fractura de tibia y peroné
La fractura de la tibia y el peroné es una lesión traumática grave, que suele ocurrir por un golpe fuerte y directo sobre estos dos huesos que dan soporte a la extremidad inferior de la pierna. En ocasiones, incluso, un choque de intensidad moderada o un movimiento de rotación forzado pueden provocar la lesión.
Debido a que la capa de piel y hueso que recubre la tibia es muy delgada, es habitual que estas fracturas sean abiertas, en cual caso puede verse un fragmento de hueso atravesando la piel. Al tratarse de una lesión traumática, no existe una forma especial de prevenirla, salvo el uso de canilleras especialmente diseñadas para proteger la zona.
Desgarro de los músculos isquiotibiales
El desgarro de los músculos isquiotibiales, en la parte trasera del muslo, es una lesión muy frecuente en el fútbol, y ocurre por cambios de marcha bruscos, caídas en mala posición, o apoyos incorrectos. La rotura de estas fibras musculares se percibe como un pinchazo agudo, que no pocas veces resulta incapacitante.
En este caso, una buena manera de prevenir la lesión es fortalecer la pierna, para lograr un correcto equilibrio entre la musculatura agonista y antagonista (isquiotibial y cuádriceps), y mantener una rutina de precalentamiento antes de realizar actividad física.
Tres soluciones D.E.M.A. para utilizar en caso de lesión
Si sufriste alguna de estas lesiones, D.E.M.A. tiene para ofrecerte una contención ideal para tu periodo de recuperación.
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Para recuperarte de un esguince de tobillo, las tobilleras con doble ajuste brindan estabilidad y seguridad a la articulación. Su calor terapéutico tiene efectos antiinflamatorios, y son muy cómodas de utilizar en el día a día.
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Ante una rotura de menisco o una lesión del ligamento cruzado, la rodillera de neoprene articulada cuenta con un diseño especial que brinda mayor contención y estabilidad a la rodilla, inmovilizando los movimientos a 90º hasta que pueda realizar acciones más bruscas. Está confeccionada en neoprene de cuatro milímetros de espesor, con bisagras de aluminio reforzado, centro rotuliano acolchado y doble cierre en abrojo.
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Los inmovilizadores de pierna acolchados contribuyen a lograr una correcta y cómoda recuperación de lesiones que requieran inmovilización en la pierna, como la fractura de la tibia o el peroné, o el desgarro de los músculos isquiotibiales. Están confeccionados en tela de brin acolchada, por lo que son muy cómodos de usar.
En todos los casos, tu médico puede recomendarte qué tipo de contención utilizar y durante cuánto tiempo.
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Los contenidos de este sitio no constituyen opinión médica, ni reemplazan una consulta con un profesional de la salud. Ante cualquier duda, póngase en contacto con su médico.
Etiquetas: Rotura de meniscos, ligamentos cruzados, rodilleras, Esguince de tobillo, Tobilleras, desgarro muscular, fractura de tibia y peroné, inmovilizador de pierna