Cómo recuperarte de una fractura de tibia y peroné

Te presentamos las claves para una recuperación óptima.

Lo primero que hay que tener en cuenta ante una fractura de tibia y peroné ⏤huesos que conectan la rodilla con el talón⏤ es que lo elemental, en un primer momento, yace en la rapidez con la que uno acude para ser diagnosticado y asistido clínicamente. Esto puede generar una diferencia en el momento posterior a la recuperación: se juega la posibilidad de tener secuelas.

Dicho lo anterior, hay que destacar dos grandes tipos de fracturas de tibia y peroné. 

1. Las fracturas con desplazamiento del hueso son el tipo más grave, el cual incluye fracturas expuestas. Estas requieren de la colocación quirúrgica de un dispositivo para la correcta cicatrización de los huesos. 

2. Por otro lado, las fracturas sin desplazamiento son las que no requieren de intervenciones quirúrgicas. Estas deben asistirse utilizando yesos o férulas.

Ambos casos requerirán de un tiempo de reposo e inmovilización de la pierna. Todas las especificaciones estarán dadas por el médico.

¿Cuáles son las causas más habituales de esta lesión?

• Las caídas: aunque es poco probable que se quiebre el fémur, la tibia y el peroné son huesos que muy regularmente se quiebran por culpa de una caída brusca, centralmente por su ubicación en el cuerpo.

• Lesiones deportivas: entre los más riesgosos priman los que requieren contacto y los que tienen posibilidad de otro tipos de golpes. Ejemplos de estos son el hockey, el fútbol, el rugby, o el básquet, en los que es habitual que ocurran estas fracturas.

• Siniestros vehiculares: es sumamente regular encontrar este tipo de quebraduras en accidentes de moto o de auto (o de otros tipos de vehículos). Obviamente, la exposición es extrema, principalmente en la moto; en el auto, la rodilla puede golpear contra el panel de instrumentos y ocasionar la quebradura.

• Sobrecarga: muchas veces, la quebradura se ocasiona por sobrecarga. Como es de esperarse, las fracturas se dan de modo similar a pequeñas fisuras que, con el desgaste, se van profundizando. A la vez, este tipo es muy común cuando la persona sufre de trastornos óseos como la osteoporosis.

Algunos ejercicios para hacer durante la rehabilitación

En ambos tipos de fracturas de tibia y peroné ⏤con o sin desplazamiento del hueso⏤ , la rehabilitación física es un paso ineludible y central desde el primer momento. Incluso, es recomendable que ⏤en los casos sin desplazamiento, principalmente, y siempre consultando a un médico⏤ dicho proceso comience a los pocos días del accidente. Siempre se deben dejar pasar algunos días ⏤cantidad siempre especificada por un médico⏤ con la pierna inmovilizada con un yeso, una bota Walker o un inmovilizador de pierna.

¿Qué se recomienda? Cada caso es distinto en términos de recuperación, pero hay ciertos rasgos y recomendaciones que se repiten.

Por un lado, la ejercitación de rodilla y cuádriceps es elemental para no perder masa muscular en el período de inmovilización de la zona.

Además, se recomienda la utilización de muletas para ayudar al trabajo cargando progresivamente la pierna. También se hacen ejercicios de tobillo, cuando ya es posible la carga y el médico lo recomienda; estos pueden ser combinados con masajes en el pie y en el tobillo. Por otro lado, hay posibilidades de requerir kinesiología.

Algunos ejercicios útiles para hacer en casa son:

• Ejercicios con cinta elástica: se utiliza una cinta elástica para agarrar el pie por la planta y, sosteniendo con ambas manos, se realizan flexo extensiones de tobillo (siempre hasta el punto en el que duela, no más allá) hacia adelante y hacia atrás, tal como si se pisara un pedal de auto.

• Flexión dorsal forzada: se coloca el cuerpo en posición de lanzamiento de corrida ⏤una rodilla al suelo y la pierna afectada con la planta apoyada y con la rodilla flexionada; la pierna en posición de L horizontal⏤. Se balancea el torso hacia adelante y hacia atrás sin levantar el talón. Siempre lenta y progresivamente y hasta el punto anterior al dolor.

• Sentadillas: apoyando ambas plantas en el suelo y sin levantarlas, se baja el torso hasta estar en cuclillas y se vuelve a subir hasta estar erguido.

• Estiramiento de gemelos: se apoyan ambas palmas en una pared y ambas plantas en el suelo. Luego, se levanta la planta de la pierna afectada y, sin mover de lugar el torso, se la apoya más atrás, progresivamente, hasta el punto de elongación. Esto generará el estiramiento del gemelo beneficioso para la recuperación.

Soluciones D.E.M.A. para la rehabilitación de una fractura de tibia y peroné

D.E.M.A. cuenta con varios productos que pueden ser útiles para una persona que sufrió este tipo de traumatismo.

En primer lugar, las muletas regulables de aluminio son una de las principales ayudas tanto para la vida cotidiana como para el trabajo de rehabilitación. Son livianas y resistentes, y cuentan con nueve posiciones posibles para que todas las personas puedan utilizarlas. Además, tiene un grip de goma acolchada en la axilera que es reemplazable en caso de rotura, y también es regulable ⏤en este caso en cinco posiciones, para que se pueda elegir la más cómoda⏤.

En segundo lugar, los inmovilizadores de pierna, que son elementos centrales en la rehabilitación de la fractura, vienen en distintos tipos. Uno de ellos es el inmovilizador de pierna largo, que está confeccionado en gabardina reforzada con acolchado en el interior. Tiene seis abrojos regulables y tres varillas maleables según la necesidad de recuperación.

Finalmente, la bota Walker puede ser de gran ayuda para la rehabilitación, en conjunto con el inmovilizador de pierna. La bota Walker Premium de D.E.M.A. está confeccionada con plástico de seis centímetros de espesor que impide la rotura del mismo. Además, posee una doble suela deslizante, una funda acolchada para el pie y cuatro abrojos.

En todos los casos, siempre se deben seguir las especificaciones médicas.

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