Publicado por D.E.M.A. ● 15 noviembre, 2021
Soga para saltar: ejercitación integral y efectiva
Cómo ejercitarse correctamente con la soga para saltar, qué tener en cuenta y cómo profundizar el trabajo.
Si buscamos un ejercicio que no requiere ni mucho tiempo ni mucho gasto económico ni mucho espacio, estamos buscando la soga para saltar. Además, este tipo de trabajo físico es mucho más completo que otros, al trabajar distintas partes del cuerpo y ser muy efectivo. En definitiva, saltar la soga aporta a la musculatura, la coordinación y a la salud vascular.
Antes de saltar: a qué le debo prestar atención
Antes de empezar a saltar, hay que considerar algunos aspectos que, si bien pequeños, son relevantes para hacer una buena ejercitación.
En primer lugar, para elegir una soga que tenga el largo adecuado, hay que medirla. Para eso, debemos sostener los dos mangos y dejar caer la cuerda hacia el suelo. Luego, tenemos que pisarla y ver hasta dónde llega desde el suelo en comparación con nuestro cuerpo. Una soga adecuada llegará, con sus mangos, hasta la altura de la axila aproximadamente. De esa forma, evitamos algunos errores típicos que pueden llevar a accidentes: tropezarse, que la soga se nos enrolle en los pies, etcétera. En caso de ser incorrecta la longitud, no hay que entrar en pánico porque el largo se puede ajustar.
Por otro lado, hay que prestar especial atención a la forma de agarrar los mangos. La forma correcta de hacerlo es tomarlos con toda la palma y solamente estirar el dedo pulgar hacia adelante, de forma vertical con el mango. Esto es fundamental para los giros de muñeca y, en caso de hacerlo, los giros cruzados. Un agarre sin control puede valernos una mala ejercitación.
Empezando: cómo utilizar correctamente la soga para saltar
La posición inicial es el siguiente punto relevante a tener en cuenta. Primero, debemos colocar la soga en la posición cero, es decir con las palmas a nuestro costado un poco más allá de la altura de la cadera, con los dedos cerrados mirando hacia adelante, y vamos a tener en cuenta:
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Los codos: tienen que estar bien pegados al torso, estables.
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Los hombros: tienen que estar llevados hacia atrás para tener un mejor control en los giros y unas pasadas armónicas.
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Las muñecas y los antebrazos: estos son los que hacen el movimiento, no así el brazo entero como si fueran aspas de un ventilador. Ese es un error común.
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La cuerda: nunca empieza desde adelante de los pies, sino que tiene que estar posicionada detrás de ellos.
Luego, lo importante es centrarse en la forma de saltar. Para hacerlo correctamente, necesitamos tener los siguientes puntos en consideración:
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Levantar los pies pocos centímetros del suelo (3 o 4 centímetros).
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Mantener las rodillas algo flexionadas y algo tensas.
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No separar las piernas, mantener los pies casi juntos.
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Saltar con la punta de los pies, no con los talones.
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Hacer solo un salto, no uno con cada pie como salto de vallas.
¿Cómo avanzar en la utilización de la soga para saltar?
Una vez que hacemos las primeras rondas de saltos, muchos no sabemos cómo seguir. Incluso, hay veces que nos agotamos intentando hacer muchos minutos de ejercicio sin parar. Lo preferible, al empezar, es hacer pocos saltos, frenar y volver con otros pocos saltos.
Para avanzar en la ejercitación, debemos hacerlo progresivamente, acostumbrando al cuerpo. Lo central es no descuidar la técnica, cosa que haría ineficiente el trabajo y podría resultar en accidentes: es preferible que hagamos ejercitaciones más fragmentadas y lentas pero con buena técnica que trabajos rápidos y descuidados. Con el tiempo, podremos saltar de forma más fluida y constante.
Una forma de ir avanzando en la ejercitación es:
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Hacer diez saltos simples de un solo salto: posicionamos la soga, saltamos una vez y frenamos.
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Luego de los 10 ejercicios, hacemos una serie de 15 saltos dobles: posicionamos la soga, damos un giro, continuamos con otro sin frenar y nos detenemos al segundo.
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Después de los 15 dobles, hacemos triples: tres saltos sin frenar. Acá ya notaremos una mayor fluidez. Si no se alcanza a hacer los tres saltos seguidos, podemos volver a los dobles.
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Al dominar el triple salto, ya podríamos hacer de forma fluida el salto constante, sin parar. Podemos comenzar con algunos pocos segundos (15 segundos o 30) y luego ir incrementando el tiempo.
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Luego de tener dominados los saltos en tiempos largos, podemos incrementar la velocidad.
En el video de debajo, podemos ver la forma de hacerlo:
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Etiquetas: Vida deportiva, fitness, soga