Publicado por D.E.M.A. ● 11 agosto, 2023

Tengo el tobillo inflamado: ¿qué puede ser?

Existen varias razones posibles de la inflamación del tobillo: ante este síntoma lo primero que hay que hacer es consultar al médico, aún con más urgencia cuando se presentan molestias o inmovilidad.

tobillo inflamado

El tobillo es una articulación clave en el cuerpo humano, y cualquier signo de inflamación en esta zona puede implicar limitaciones en la vida cotidiana. Si lo estás experimentando es importante entender las posibles causas para buscar el diagnóstico y tratamiento adecuados. 

En este artículo, abordaremos las diversas condiciones médicas que podrían ser responsables de esta hinchazón y las medidas recomendadas para abordar cada situación.

Posibles causas de la inflamación de tobillo

Uno de los causantes más comunes de la hinchazón del tobillo son los traumatismos que derivan en un esguince. Ocurre cuando los ligamentos que sostienen la articulación se estiran o desgarran debido a una torcedura o lesión. Los síntomas, como el dolor y el edema, suelen ser evidentes después de esta lesión, y en casos más graves, puede haber moretones y dificultad para caminar.

Otras posibles razones por las cuales se puede inflamar la articulación son:

  • Tendinitis: la inflamación de los tendones se conoce como tendinitis. Esta condición puede ocurrir debido al uso excesivo o movimientos repetitivos, y puede ser inmovilizante.

  • Fractura: una quebradura en los huesos del tobillo puede provocar hinchazón y dolor significativos. Esta lesión puede deberse a una caída o un accidente, o a por sobrecarga repetitiva.

  • Insuficiencia cardíaca: en estos casos, el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. Esto puede llevar a la acumulación de líquidos en las extremidades, generalmente las inferiores.

  • Artritis: tanto la osteoartritis (desgaste gradual del cartílago) como la artritis reumatoide (enfermedad autoinmune que afecta las articulaciones) pueden provocar hinchazón y dolor.

  • Bursitis: ocurre cuando las bolsas llenas de líquido (bursas) que amortiguan las articulaciones se inflaman. En el tobillo, la bursitis puede desarrollarse debido a lesiones repetitivas, fricciones o infecciones.

  • Gota: es una forma de artritis causada por el exceso de ácido úrico en el cuerpo. Cuando el ácido úrico se acumula en la zona.

Cuándo buscar atención médica

Es importante reconocer cuándo la hinchazón del tobillo puede ser un síntoma de una afección médica subyacente que requiere atención médica urgente. Busca el diagnóstico clínico inmediatamente si experimentas lo siguiente:

  • Dolor severo y repentino, especialmente después de un impacto o una torcedura.

  • Incapacidad para mover o apoyar el peso en la articulación afectada.

  • Hinchazón significativo sin una lesión evidente.

  • Enrojecimiento y calor intenso.

Diagnóstico y tratamiento

La determinación de la causa de un tobillo inflamado generalmente implica una evaluación médica completa, que incluye una revisión de la historia clínica y de los síntomas, así como un examen físico de la zona afectada. Dependiendo de la situación, pueden realizarse pruebas adicionales, como radiografías, resonancias magnéticas o análisis de sangre, para confirmar el diagnóstico.

El tratamiento del tobillo inflamado variará según la causa subyacente, pero puede incluir:

  • Descanso y elevación.

  • Compresión utilizando vendajes o soluciones ortopédicas.

  • Terapia física para algunas condiciones, como esguinces o tendinitis.

  • Medicación para tratar los síntomas.

  • Inmovilización en casos de fracturas u otras lesiones graves, con yeso o productos ortopédicos para una adecuada cicatrización.

  • Tratamiento de la causa subyacente.

Prevención y cuidado continuo

Para prevenir lesiones y afecciones futuras, hay que considerar las siguientes medidas:

  • Evitá movimientos bruscos: se debe ser cuidadoso al caminar o practicar actividades deportivas para reducir el riesgo de torceduras o esguinces.

  • Calentá y estirá: antes de realizar actividades físicas intensas, hay que asegurarse de calentar adecuadamente y estirar los músculos para reducir el riesgo de lesiones.

  • Usá calzado adecuado: otro aspecto importante es la utilización de zapatos que brinden un buen soporte y amortiguación.

  • Hacé ejercicio regularmente: es central fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad. De esta manera, se protegen las articulaciones, incluido el tobillo.

  • Mantené un peso saludable: el exceso de peso puede ejercer una presión adicional en las articulaciones, incluyendo el tobillo. Para reducirlo, se recomienda consultar a un profesional para que pueda establecerse una dieta alimenticia y una rutina de ejercicio adecuada para el paciente.

 

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Soluciones D.E.M.A. para las lesiones de tobillos

En muchos casos de inflamación de tobillo, la causa tiene que ver con algún traumatismo o mal movimiento. Para una rápida recuperación, se requiere no solamente la terapia física, sino una solución ortopédica de calidad que pueda acelerar el proceso de curación y alcanzar buenos resultados. 

En D.E.M.A. estamos comprometidos con garantizar un buen tratamiento a los pacientes para una pronta vuelta a la actividad. Contamos con distintas soluciones para las lesiones en la zona. Por ejemplo, las tobilleras con doble ajuste D.E.M.A.(código T049, nivel de contención I) brindan a la articulación mayor estabilidad y seguridad. Su calor terapéutico tiene efectos antiinflamatorios, por lo que son ideales para la recuperación de esguinces, torceduras, o distensiones.

¿Qué ventajas tienen?

  • Están confeccionadas en neoprene de cuatro milímetros de espesor.

  • Poseen una banda elástica regulable de doble ajuste para mayor estabilidad.

  • Están indicadas para uso habitual y deportivo.

También existen otras contenciones que se ajustan idealmente a cada recuperación:

  • La tobillera con varillas flexibles (T054, nivel de contención II) incluye cuatro barras laterales para acompañar a los movimientos del tobillo, brindándole mayor estabilidad. Es de uso deportivo y habitual.

  • La tobillera con varillas rígidas (T053, nivel de contención III) posee dos barras de aluminio laterales, ofreciendo una semi-inmovilización al tobillo. Es de uso habitual.

  • El inmovilizador acordonado (código T055, nivel de contención IV) es óptimo para otorgar mayor inmovilidad al tobillo y conseguir una pronta mejoría. Es cómodo y práctico en su colocación.

  • La tobillera de gel frío/calor (código TFC) es una solución ideal para terapias térmicas que aceleren la disminución de la hinchazón.

Todos los productos se pueden adquirir de forma online o en la ortopedia más cercana a donde te encuentres. Buscala en el mapa debajo:

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Etiquetas: Tobilleras