Publicado por D.E.M.A. ● 28 julio, 2025
Fajas pre y post parto: abrazan tu vientre para evitarte molestias
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer vive una auténtica revolución. El crecimiento del útero desplaza los órganos internos y modifica la postura, afectando al equilibrio, la columna y el suelo pélvico. Estos cambios son completamente naturales, pero pueden generar molestias como dolor lumbar, fatiga corporal, dificultad para moverse o descansar, y una sensación de inestabilidad postural.
A medida que el abdomen gana peso, el centro de gravedad se desplaza hacia adelante. Para compensar, muchas mujeres adoptan posturas incorrectas, como arquear demasiado la zona lumbar o echar los hombros hacia atrás, lo que aumenta la tensión muscular y el dolor de espalda.
El rol de las fajas pre parto
Ver faja pre parto
- Elevan y sostienen el vientre, reduciendo la presión sobre la zona lumbar.
- Corrigen la postura, ayudando a prevenir la hiperlordosis y distribuyendo mejor el peso, sin generar presión sobre el bebé, ya que están confeccionadas con materiales elásticos, transpirables y de compresión controlada que se adaptan al cuerpo sin oprimir. Se recomienda combinarla con ejercicios de fortalecimiento progresivo como natación, pilates, elongación y trabajo respiratorio, siempre bajo supervisión médica.
- Favorecen la circulación venosa, especialmente en conjunto con medias terapéuticas que alivian la sensación de piernas pesadas y la hinchazón.
Accesorios para mejorar la postura en el embarazo
Durante el último trimestre del embarazo, es común que descansar se vuelva más difícil debido al tamaño del abdomen y las molestias corporales. Una forma de lograr mayor confort es recostarte de lado, preferentemente sobre el izquierdo, y colocar una almohada entre las piernas para alinear la pelvis y aliviar la presión en la zona lumbar. Esa misma almohada te será útil más adelante para amamantar con mayor comodidad. También podés sumar una almohada pequeña debajo del vientre para brindar soporte y reducir la tensión en los ligamentos uterinos, que suelen estirarse y causar incomodidad en esta etapa.
Usar una pelota de Pilates o de esferodinamia para sentarte o hacer ejercicios suaves: mejora la postura, libera tensión en la pelvis y prepara al cuerpo para el parto.
Siempre que sea posible, optá por sentarte sobre una pelota de Pilates en lugar de una silla tradicional. Este tipo de asiento dinámico favorece una mejor alineación postural, alivia las molestias en la zona lumbar y ayuda a mantener la movilidad de la pelvis. Además, ciertos movimientos suaves sobre la pelota pueden reducir la presión en el suelo pélvico y contribuir a que el bebé se acomode mejor en el útero. A la hora de agacharte, recordá flexionar las rodillas manteniendo la espalda recta, y evitá levantar cargas pesadas para no sobrecargar músculos ni articulaciones.
Ver pelota de Esferodinamia
Cuando estés sentada, es fundamental que tu espalda esté completamente apoyada en el respaldo para mantener una alineación adecuada de la columna y evitar tensiones innecesarias, especialmente en la zona lumbar, que ya se encuentra sobrecargada durante el embarazo. Si la silla no ofrece el soporte suficiente, podés colocar una almohada firme en la parte baja de la espalda para mantener la curvatura natural.
¿Qué tamaño de pelota elegir durante el embarazo?
La altura de la futura mamá es clave para elegir el tamaño correcto:
Pelota de 65 cm: Ideal para mujeres que miden entre 1,55 y 1,73 m.
Pelota de 75 cm: Recomendada para mujeres de más de 1,73 m.
Tip importante: Al sentarte, tus rodillas deben quedar un poco más bajas que tus caderas y los pies apoyados en el suelo. Esa postura favorece una buena alineación y alivia la presión en la zona lumbar y el suelo pélvico.
Ver Almohada Inteligente Para el Embarazo
Dormir de lado, con una almohada entre las rodillas y debajo del vientre, para cuidar los ligamentos del útero y para ayudar a alinear la cadera y espalda.
Ver almohadón para piernas
Medias terapeuticas para embarazadas
Las medias terapéuticas para embarazadas son una herramienta sencilla pero muy efectiva para prevenir los problemas circulatorios frecuentes durante la gestación. Gracias a su compresión gradual, ayudan a mejorar el retorno venoso, reduciendo la acumulación de líquido en las piernas y aliviando síntomas como la sensación de pesadez, calambres o hinchazón en tobillos y pies. Su uso regular, especialmente durante el segundo y tercer trimestre o en jornadas prolongadas de pie o sentada, contribuye a cuidar la salud vascular y a sentirse más liviana y cómoda en el día a día.
Además, elevar ligeramente los pies con un pequeño banco o taloneras ayuda a mejorar la circulación, reducir la hinchazón en los tobillos y prevenir calambres. Esta posición favorece la relajación del cuerpo, disminuye la compresión abdominal y te permite permanecer sentada durante más tiempo sin incomodidad.
Taloneras para embarazadas
Caminar, nadar, hacer yoga o pilates adaptado: el movimiento es esencial para que el cuerpo se adapte bien a cada etapa del embarazo.
La importancia de las fajas post parto: acompañando el cuerpo en su recuperación
Después del parto, el cuerpo atraviesa un proceso natural de recuperación en el que los músculos abdominales, el suelo pélvico y los órganos internos comienzan a reacomodarse. En este contexto, el uso de una faja postparto puede ser una herramienta complementaria que brinda contención, mejora la postura y ayuda a aliviar la sensación de vacío o inestabilidad en la zona media del cuerpo. Bien colocada y utilizada con criterio, la faja puede reducir molestias lumbares, facilitar el movimiento en los primeros días y aportar una sensación de seguridad física. Sin embargo, su uso debe ser acompañado por ejercicios de respiración diafragmática y activación del core profundo para favorecer una recuperación funcional y respetuosa con el cuerpo.
1. Soporte abdominal
Durante el embarazo, los músculos abdominales y el tejido conectivo (como la línea alba) se distienden. La faja puede:
- Sostener el abdomen mientras se recupera.
- Disminuir la sensación de “vacío” y la recuperación de los tejidos, que muchas mujeres sienten tras el parto.
- Contribuir a una mejor postura, especialmente al amamantar.
2. Asistencia en la recuperación de la diástasis abdominal
Aunque la faja no corrige la diástasis de rectos por sí sola, puede brindar una contención externa suave que ayude en la fase inicial, mientras se inician ejercicios hipopresivos o respiratorios específicos.
3. Estabilización del suelo pélvico
Una faja bien colocada brinda contención y puede aportar una sensación de alivio en la zona baja del abdomen y el periné. Para potenciar sus beneficios, se recomienda combinar su uso con respiración diafragmática y ejercicios suaves que activen el transverso abdominal y el suelo pélvico, favoreciendo una recuperación más equilibrada y funcional.
4. Alivio del dolor lumbar
Muchas mujeres presentan dolor en la zona baja de la espalda tras el parto, debido a cambios posturales y debilidad del core. La faja ayuda a redistribuir cargas y disminuir la tensión en esa zona.
5. Apoyo emocional
El uso de faja también cumple una función simbólica: ayuda a reconectar con el cuerpo, aporta sensación de firmeza y seguridad, y favorece la autopercepción durante el puerperio.
6. Post cesárea.
En casos de cesárea, una faja puede ofrecer:
- Protección sobre la cicatriz.
- Disminución de la sensación de tirantez.
- Estabilidad al moverse, toser o cargar al bebé.
Seroma y faja postparto: ¿cómo se relacionan?
El seroma es una acumulación de líquido que a veces puede aparecer cerca de la cicatriz de la cesárea. Una faja bien colocada, con el nivel de compresión adecuado y recomendada por un profesional, puede ayudar a contener la zona y colaborar en la prevención del seroma, ya que favorece el drenaje natural del cuerpo. Es clave acompañar su uso con respiración diafragmática y movimientos suaves para estimular la recuperación y cuidar la cicatrización.
Ver Faja Post Parto
Su compresión firme pero cómoda brinda contención al abdomen, ayudando a reducir la sensación de incomodidad.
La compresión de la faja postparto es clave para brindar un soporte efectivo: debe ser firme pero cómoda, ya que no todas las fajas son iguales ni ofrecen el mismo nivel compresivo. Es fundamental elegir una faja con un nivel de compresión adecuado para contener el abdomen sin generar molestias ni dificultar la respiración.
Además, las fajas con doble cierre patentado permiten un ajuste más preciso y personalizado, adaptándose a los cambios que atraviesa el cuerpo tras el parto. Otro aspecto esencial es seleccionar el talle y la altura correcta para garantizar que la faja cubra bien el abdomen y proporcione soporte en la zona lumbar, evitando que se desplace o apriete demasiado en áreas sensibles. Usar la faja adecuada favorece una mejor alineación corporal, lo que contribuye a reducir el dolor de espalda asociado a actividades como amamantar, levantar al bebé o las tareas diarias.
Ver almohada para amamantar
Ergonómica: Se adapta al contorno del cuerpo y del bebé.
Soporte firme y cómodo: Eleva al bebé a la altura del pecho para evitar tensiones en brazos, cuello y espalda.
Funda lavable: Tela suave, desmontable y fácil de limpiar.
Multifuncional: Sirve para dar el pecho, el biberón o como soporte cuando el bebé empieza a sentarse.
Tamaño ideal: Compacta pero suficientemente amplia para brindar estabilidad.
Material hipoalergénico: Relleno y tela seguros para la piel del bebé.
En resumen
Tu cuerpo sabe lo que hace, pero vos podés acompañarlo mejor. Las fajas pre y post parto de DEMA están pensadas para aliviar, contener, sostener y cuidar. Son un gesto de amor propio en un momento en que dar soporte —a tu bebé y a vos misma— es más importante que nunca.