Muchas de las lesiones en el fútbol pueden ser esquivadas. Te contamos cómo hacerlo.
El fútbol es uno de los deportes más populares en la región. Es jugado en colegios, en clubes, en las plazas, en campeonatos amateur y profesionalmente. Representa una actividad social muy importante para grandes y para chicos.
Sin embargo, se trata de un deporte que puede generar lesiones. Eso no tiene por qué desincentivar a los fanáticos: hay soluciones y métodos para prevenirlas lo máximo posible. Te lo contamos todo en este posteo.
En el fútbol hay ciertas lesiones comunes. Entre las más destacadas, encontramos:
Los esguinces de tobillo pueden ocurrir al doblar, torcer o girar de manera atípica el tobillo. En ocasiones, ese movimiento puede forzar los ligamentos más allá de su rango normal de estiramiento, desgarrándolos y provocando dolor, inestabilidad e inflamación.
La rotura del menisco es una lesión dolorosa, que además puede provocar rigidez, dificultad para estirar completamente la pierna e inflamación. Se puede generar en actividades que exijan más de lo habitual el movimiento de las rodillas ⏤como el fútbol⏤, ocasionando desgarros o la rotura de algún cartílago ⏤externo o interno⏤.
La lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) es una ruptura o estiramiento excesivo de uno de los ligamentos más importantes de la rodilla, y en el fútbol se produce al exigir la rodilla con paradas repentinas, cambios bruscos de dirección, saltos o caídas fuertes con los pies. Algunas personas escuchan o sienten un chasquido en la rodilla, y a ello le siguen rápidamente la inflamación, inestabilidad y dolor al apoyar.
El desgarro de los músculos isquiotibiales, en la parte trasera del muslo, es una lesión muy frecuente en el fútbol, y ocurre por cambios de marcha bruscos, caídas en mala posición, o apoyos incorrectos. La rotura de estas fibras musculares se percibe como un pinchazo agudo, que no pocas veces resulta incapacitante.
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Compilamos una serie de consejos para ayudarte a evitar las lesiones en el fútbol. Es importante tener en cuenta que no hay soluciones mágicas: el deporte en sí mismo supone un riesgo, por lo menos para traumatismos graves como fracturas por impacto que no tienen forma de ser evitadas. Los siguientes consejos están pensados para lesiones como las demás que detallamos anteriormente.
Los expertos recomiendan:
Fortalecer los músculos de las piernas (focalizándose en los principales: cuádriceps, isquiotibiales, entre otros). Se puede hacer con rutinas en gimnasios o entrenamientos fitness. Algunos ejemplos de ejercicios son: peso muerto, salto de soga, sentadillas. El objetivo que tiene este punto es buscar reducir riesgos a partir de la mayor estabilidad y de una protección articular que provocan por el trabajo muscular.
No dejar pasar la rutina de precalentamiento. Es fundamental que, antes de comenzar con la actividad física intensa, se haga un calentamiento breve. Puede consistir en unos minutos de trote y algunos estiramientos, pero también se pueden sumar rutinas que activen la agilidad del cuerpo.
Mantener un peso saludable. El fortalecimiento de la musculatura y el calentamiento son centrales, pero nunca hay que dejar de lado la masa corporal. Es un punto importante para no sobrecargar la articulación. Para trabajar sobre este aspecto, tené en cuenta que las dietas no sirven si no se las lleva adelante con ejercitación física.
Utilizar canilleras. El uso de canilleras especialmente diseñadas para proteger la zona de la tibia y el peroné son una medida importante para evitar lesiones en el fútbol por impacto.
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En D.E.M.A. contamos con soluciones tanto para prevención como para recuperación. Para el primer grupo, podés optar por:
Las distintas tobilleras con peso. Elaboradas en tela y costuras reforzadas, vienen en tres tamaños, de acuerdo al peso: la TP de un kilogramo, la TP2 de dos kilogramos y la TP4 de cuatro kilogramos. Además, poseen un cierre superior para poder combinar y cambiar el peso. Es de cierre regulable en abrojo y tela de avión resistente. Es adaptable a ambos lados.
Los packs de tres bandas elásticas de distintos colores (código D-BC) con medidas de 68 x 8 cm, 76 x 8 cm y 86 x 8 cm.
Los packs de tres bandas de tela elástica que, de acuerdo a los colores que ofrecen, se separan en los códigos D-BT-1 o D-BT-2. Todos son de 60 x 7.5 cm y 1.5 mm de ancho.
Hay dos tipos de bandas de resistencia con manijas. Por un lado, las de una sola banda (código D-BRC) vienen en color azul y rojo y tienen 1.2 mts. de largo, aproximadamente; por otro, las reforzadas de dos bandas vienen solo en color naranja y ofrecen mayor resistencia.
El mini buso D.E.M.A. (código D-MBOZU) es de material reforzado e ideal para ejercicios de rehabilitación o fortalecimiento integral. Tiene dieciséis centímetros de diámetro.
Mientras que, para recuperación, podés optar por:
Las tobilleras con ajuste en ocho, que brindan estabilidad y seguridad a la articulación. Su calor terapéutico tiene efectos antiinflamatorios, y son muy cómodas de utilizar en el día a día. También se puede elegir la tobillera con varillas flexibles, que incluye cuatro barras laterales para acompañar a los movimientos del tobillo, brindándole mayor estabilidad; es de uso deportivo y no deportivo.
La tobillera frío o calor, diseñada en neoprene térmico, incluye un gel frío o calor adaptable según la necesidad de uso. Facilita la aplicación terapéutica, brindando comodidad en su uso para lograr una pronta recuperación.
La rodillera estabilizadora se confecciona en neoprene de cuatro milímetros de espesor, posee varillas laterales flexibles y ajustes en abrojo reforzado. Es ideal para uso habitual y deportivo, ya que acompaña a los movimientos de la rodilla, brindándole contención.
Los inmovilizadores de pierna acolchados contribuyen a lograr una correcta y cómoda recuperación de lesiones que requieran inmovilización en la pierna, como la fractura de la tibia o el peroné, o el desgarro de los músculos isquiotibiales. Están confeccionados en tela de brin acolchada, por lo que son muy cómodos de usar.
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