Tres lesiones comunes: de qué se tratan y qué rodillera colabora con la rehabilitación.
Muchas personas usan las rodilleras como elementos de prevención. En la comunidad médica, hay sentimientos encontrados sobre ese punto. Sin embargo, hay consenso en que la rodillera es un elemento fundamental para rehabilitar la lesión de rodilla. Si sufriste un traumatismo en esa zona, lo más probable es que el médico te indique su utilización.
En este posteo te vamos a recomendar rodilleras para tres lesiones distintas: tendinitis rotuliana, esguince de rodilla y rotura de meniscos. Esto no quiere decir que puedas suplantar la visita al traumatólogo: esto es tan elemental como el cuidado de la técnica y el calentamiento previo en la actividad física.
La tendinitis rotuliana se trata de una lesión en el tendón que conecta la rótula con la tibia. Por culpa de ciertas causas como el desgaste por sobreuso, sobrecarga y demás, la fibra sufre desgarros que la inflaman y debilitan, generando dolor.
Es muy usual encontrarla en el vóley, el básquet, el ciclismo, la danza y en otras actividades que requieren saltos, patadas y demás movimientos similares que deben repetirse muchas veces.
En este caso, para superar el traumatismo es central la visita al doctor y la autopercepción activa, es decir que, cuando empiece a doler, se detenga la actividad física hasta la consulta médica. Como en todos los casos siguientes, se recomienda trabajar la musculatura circundante al área para tener un apoyo más contenido.
En términos de rodilleras, en muchos casos se utiliza la rodillera con rótula abierta de neoprene (R091), que está confeccionada con cuatro centímetros de neoprene y un centro rotuliano acolchonado.
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El esguince de rodilla se trata tanto del estiramiento o de la rotura de los ligamentos, que son los encargados de conectar los huesos de cada lado de una articulación. Se produce cuando se dobla la articulación más allá de los límites naturales. Puede producirse parcialmente en algunos de los cuatro ligamentos de la rodilla o, también, de forma total
Puede producirse cuando, en actividades físicas, no se calienta de forma debida o cuando hay algún accidente particular que flexiona la pierna hacia una mala posición.
En estiramientos o desgarros parciales, la solución generalmente requiere reposo y alguna terapia de rehabilitación. En el caso de rupturas de ligamentos totales, la salida es mediante una cirugía.
En ambos casos, el uso de la rodillera estabilizadora (R093) es recomendable para lograr una recuperación más efectiva. Está confeccionada con neoprene 一cuatro milímetros de espesor一 y tiene cuatro varillas flexibles laterales y una sujeción en cruz.
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Los meniscos son cartílagos que amortiguan la unión entre el fémur y la tibia. Estos, al ser sobreexigidos por algún movimiento brusco de rodilla, se pueden desgarrar o romper. Principalmente, la lesión de meniscos ocasiona dolor e inflamación, aunque muchas veces también rigidez y dificultad de movimiento.
Es muy común en deportistas como los que practican fútbol, básquet, tenis o atletismo.
Luego de la visita médica, es muy común que el tratamiento se base en terapias de frío, el consumo de analgésicos y la utilización de una rodillera.
En este caso, la rodillera con doble soporte en U inferior (R065) es muy utilizada. Su uso brindará mayor calor terapéutico a la región, previniendo y brindando soporte a los meniscos. Está confeccionada en neoprene de cuatro milímetros de espesor y su diseño ofrece un especial soporte a la zona. De cualquier manera, es importante saber que el producto utilizado puede variar dependiendo de la gravedad del caso.
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