Seguí estos consejos para aliviar el dolor articular y mejorar tu día a día.
La artrosis es una forma de artritis que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se genera con el desgaste del cartílago que amortigua los extremos de los huesos, en especial los de las articulaciones de manos, muñecas, rodillas, caderas y columna vertebral.
Si bien el daño en las articulaciones es irreversible, la sintomatología de la artrosis puede controlarse con diversos métodos, incluyendo medicación, fisioterapia, soluciones ortopédicas y hábitos saludables. El objetivo de estos abordajes es, en todos los casos, retrasar el desarrollo de la enfermedad y aliviar el dolor articular.
En el ámbito de los hábitos saludables, hay cinco recomendaciones que pueden ayudarte a mejorar en tu día a día:
A continuación repasamos cada una de estas recomendaciones por separado.
Mantener un peso saludable trae numerosos beneficios, y es especialmente bueno para las articulaciones de las rodillas y la cadera que soportan más que ninguna otra el peso del cuerpo. Pero el sobrepeso no sólo puede acelerar el desgaste de los cartílagos en esas articulaciones: el tejido graso también produce proteínas que pueden provocar mayor inflamación en las articulaciones y sus alrededores.
Para conocer cuál es tu peso adecuado, podés calcular tu índice de masa corporal (IMC). El IMC es un valor que nos permite evaluar si estamos dentro de un rango de peso adecuado, y se calcula dividiendo el peso en kilogramos por el cuadrado de la talla en metros (kg/m2).
Por ejemplo: para una altura de 1,79 metros y un peso de 80 kilos, el IMC es 24.9. La Organización Mundial de la Salud establece el sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, y la obesidad como un IMC igual o superior a 30, por lo que ese peso sería adecuado.
Si tenés sobrepeso, considerá consultar a un nutricionista para que te ayude a organizar un plan de alimentación adecuado.
Una buena postura ayuda a tener buena salud, evitando contracturas, dolores de cintura o espalda, y lesiones musculares. Si sufrís artrosis, es importante trabajar en los hábitos posturales para no sobrecargar las articulaciones innecesariamente. Dependiendo de cuál sean las articulaciones comprometidas,
En algunos casos puede ser beneficioso utilizar un corrector postural o una faja lumbar como soporte gradual. Los correctores y las fajas contribuyen a mantener una postura equilibrada, cuidando la curva natural de la columna vertebral.
En el post 8 secretos para cuidar tu postura podés encontrar más información sobre esto.
Cuando se sufre de artrosis es muy importante no sobrecargar de peso las articulaciones, porque ello puede acelerar el desgaste de los cartílagos y empeorar la sintomatología. Una manera de evitarlo es cuidar el peso corporal; otra es evitar posturas o actividades que fuercen la articulación comprometida. Para eso,
Adicionalmente, el uso de soportes como los bastones o andadores está ampliamente recomendado para los casos de artrosis en cadera y rodillas. Consultá con tu médico si es necesario usar uno de estos soportes para aliviar la sobrecarga de las articulaciones durante la marcha.
La actividad física es muy importante para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones. Cuando la musculatura articular es fuerte, el cartílago se desgasta menos. El ejercicio también es clave para cuidar el peso corporal.
Sin embargo, hay que elegir un tipo de actividad adecuada. Tené en cuenta lo siguiente:
En todos los casos, evitá las actividades que pueden traumatizar una articulación comprometida, y los cambios bruscos en la intensidad y duración de la práctica. No olvides consultar con tu médico antes de empezar una rutina de ejercicios.
La aplicación terapéutica de frío o calor puede aliviar el dolor y la inflamación de una articulación con artrosis.
En líneas generales, el calor funciona mejor en cuadros de dolor crónico, aliviando tensiones musculares y favoreciendo la recuperación de los tejidos. Pero el frío puede aliviar los dolores y espasmos musculares después de realizar actividad física, o ayudar a bajar una inflamación puntual.
Para la artrosis de muñeca, por ejemplo, se puede aplicar calor utilizando gel packs durante 10 o 20 minutos cada dos horas; ello reducirá el dolor. Asimismo, luego de un esfuerzo en la articulación, y sobre todo si aparece inflamación, un gel pack frío puede aliviar la zona y bajar la hinchazón. En ambos casos, es importante no excederse en su administración para evitar daños en la piel.
En el post Cuándo aplicar frío / calor ante dolores musculares podés encontrar otras recomendaciones generales sobre cómo y cuándo aplicar esta terapia.
Si todavía no lo hiciste, te sugerimos leer el artículo Cómo aliviar el dolor de artrosis en nuestro blog. Allí podés encontrar información adicional acerca de este problema y cómo tratarlo.
Si necesitás adquirir una contención o un soporte, consultá nuestro mapa de ortopedias para encontrar un punto de venta cercano a tu ubicación.
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