Conocé algunas recomendaciones simples para abordar las lesiones más comunes en el voleibol.
El vóley es un deporte muy popular en Argentina, practicado tanto por aficionados como por profesionales. Las lesiones en el voleibol son tan habituales como en otros deportes de alto rendimiento, y algunas de ellas pueden evitarse con una preparación adecuada. En este post te contamos de qué manera abordarlas.
La prevención siempre es la primera línea de defensa del atleta para proteger su cuerpo, por lo que comenzaremos con información sobre cómo evitar lesiones prevenibles. Luego seguiremos con los indicadores más comunes a la hora de identificar lesiones comunes. Por último, mencionaremos las recomendaciones habituales para tratar una lesión antes de acudir al médico.
Muchas veces, estar libre de lesiones tiene que ver con la planificación y algo de sentido común. Tené en cuenta estas seis recomendaciones simples para optimizar tu rendimiento y bajar el riesgo de sufrir un accidente en la cancha.
Sé equilibrado en el entrenamiento, sumando actividades variadas en tu rutina regular (entrenamiento cruzado). No practiques durante todo el año sin una "temporada baja".
Incorporá técnicas de entrenamiento de fuerza adecuadas para espalda baja, hombros y piernas.
Trabajá en mejorar tu rendimiento: cuando tu cuerpo esté en buenas condiciones físicas y domines correctamente la técnica, tendrás menos riesgo de sufrir lesiones.
Elegí el equipo adecuado, sobre todo el calzado y las rodilleras cuando fueran necesarias.
Antes de entrenar o entrar en la cancha, realizá una rutina de precalentamiento adecuada con estiramientos y ejercicios aeróbicos ligeros.
Hidratate correctamente antes y después de realizar la actividad.
Como jugador de voleibol es importante que conozcas cuáles pueden ser las lesiones más comunes en tu actividad. Un dato: la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos reporta que cada año se tratan más de 180.000 lesiones de vóley en ese país.
Al identificar algunas de las lesiones más frecuentes puede ser útil separarlas en cuatro categorías principales: hombro, rodilla, tobillo y dedo.
En el vóley son frecuentes los movimientos repetitivos de arriba, como el remate y el bloqueo, por lo que los jugadores son propensos a tener lesiones por uso excesivo del hombro. También son frecuentes las lesiones en los dedos.
Las lesiones comunes en el hombro incluyen esguinces y distensiones, generalmente debido al uso excesivo. También pueden asociarse con tendinitis del manguito rotador, desgarros y síndrome de pinzamiento del hombro.
Las lesiones comunes en la rodilla incluyen esguinces de ligamento cruzado anterior y tendinitis rotuliana.
La lesión de tobillo más frecuentemente citada es el esguince de tobillo común. Sin embargo, el esguince también puede estar asociado con una fractura sutil o lesión del cartílago.
Las lesiones en los dedos generalmente ocurren como resultado del impacto y pueden implicar dislocaciones y desgarros tendinosos.
Si estás jugando y sufrís alguna de estas lesiones, tené en cuenta que el método R.I.C.E. puede resultar útil durante como medida de primeros auxilios.
R.I.C.E es un acrónimo para Rest, Ice, Compression & Elevation (en español, Reposo; Hielo; Compresión; y Elevación), un enfoque desarrollado por el doctor en medicina deportiva Gabe Mirkin en su obra Sportsmedicine (1978). Cada punto del método puede aplicarse en distintos momentos según la lesión, . Tené en cuenta lo siguiente:
Poné la zona en reposo, inmovilizándola siempre que sea necesario.
Aplicá hielo para bajar la inflamación, durante no más de 20 minutos cada hora.
La elevación por encima del nivel del corazón estimula la circulación y ayuda a bajar la inflamación.
En algunos casos puede ser útil usar una compresión para aportar calor terapéutico y contener la zona.
Una vez pasado el momento inicial de la lesión, siempre es recomendable consultar con el médico para evaluar la gravedad del caso y asegurarte de que estás haciendo todo lo necesario para recuperarte.
Dependiendo del caso, es posible que tengas que utilizar contenciones para inmovilizar la zona y aliviar el dolor, como hombreras, cabestrillos, férulas y tobilleras. Sea cual sea, podés encontrar una contención adecuada para vos utilizando nuestro mapa de ortopedias.
Ingresá en el mapa a través del enlace debajo.
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