Cifosis cervical: las claves para volver a ganar salud postural y eliminar la joroba.
Un problema muy común ocasionado por malos hábitos posturales es la aparición de la joroba o cifosis cervical, una curvatura en la parte superior de la espalda. Mantener una mala postura durante periodos de tiempo prolongados puede ocasionar que se acumulen tejidos diversos y grasa en la zona de la nuca, lo cual produce la joroba y genera, a su vez, algunos otros inconvenientes.
Entre los síntomas comunes de la cifosis cervical, además de la protuberancia en la espalda, se encuentran:
Dificultad para dormir boca arriba.
Dolor de espalda.
Dolor de cabeza.
Rigidez en los movimientos.
La aparición de la joroba principalmente se da por malos hábitos posturales en conjunto con alguna condición física. A continuación explicamos las causas más comunes y posibles formas de prevenirlas:
Fractura de vértebras: en huesos débiles es muy común que se fracturen vértebras por compresión (sin presentar signos). Esto genera que la columna vertebral se curve.
Osteoporosis: esta es una de las causas de las fracturas y de la debilitación general de la columna. La osteoporosis es una enfermedad que genera huesos más débiles y más delgados. Es muy común en mujeres en el período de post-menopausia o en las personas con tratamientos largos a base de corticoides.
Degradación de los discos: estos son los encargados de amortiguar a las vértebras entre sí. Con la edad, estos se van degenerando, decreciendo en tamaño y en viscosidad, lo que puede favorecer la aparición de cifosis.
Estas condiciones dan un camino abierto hacia las lesiones, sin embargo no son los causantes directos: la cifosis cervical se da por la mala postura de forma sostenida en el tiempo. Es muy fácil de encontrar en personas de mediana edad con trabajos que requieren muchas horas frente a una computadora o sentados sin levantarse continuamente. La mala posición va degenerando la zona hasta terminar en la lesión. Incluso también ocurre en personas que se mantienen en movimiento: una forma de caminar que no sea saludable puede generar desequilibrios en el cuerpo y degenerar la zona.
Una vez que conocemos las causas, hay que centrarnos en las formas de prevención. En este caso, podemos destacar tres:
Ejercitación: la actividad física es fundamental. Si bien los discos y la capacidad ósea pueden sufrir degradaciones con el paso del tiempo, la capacidad muscular favorece al retraso de aparición de enfermedades como la cifosis. La actividad más popular es la natación, sin embargo opciones como pilates o yoga también son muy efectivas-
Consultas médicas frecuentes: los chequeos clínicos y los estudios podrán develar enfermedades como la osteoporosis. Esto es valioso ya que en muchos casos hay formas de accionar (por ejemplo, tomando remedios que potencien el calcio en el organismo).
Postura saludable: la joroba cervical no es una condición que se da directamente por problemas óseos. El desencadenante final es la mala postura. Entonces, si hay conciencia sobre ese aspecto de la salud, es probable que se eviten riesgos.
Al notar los síntomas de la cifosis, explicados al comienzo de este texto, o la curvatura en la espalda, es fundamental que hagas una consulta médica. Además, tené en cuenta los siguientes elementos fundamentales para la recuperación: el ejercicio físico y la utilización de un corrector postural.
El problema de la joroba principalmente se da por malos hábitos posturales que, en conjunto con alguna condición física o falta de actividad, dañan la salud de la espalda. El camino para retomar aquellos hábitos empieza con un corrector postural.
Se trata de un producto que colabora con tu cuerpo ayudando a llevarlo hacia posiciones correctas y a tomar conciencia de la forma en la que se está posicionando la columna. Se utiliza en las distintas actividades diarias, pero principalmente en las que fuerzan la zona de la espada, como por ejemplo estar sentado gran cantidad de horas.
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La actividad es un aspecto muy importante para solucionar la cifosis cervical. No solamente hay ejercitación para la musculatura que sostiene al tronco erguido, sino también para ayudar a solucionar la joroba. Mirá el video a continuación para tener una rutina completa:
En D.E.M.A. contamos con distintos productos que pueden ayudar a solucionar la joroba. Entre los más destacados se encuentran:
El corrector acolchado (S027), especialmente diseñado para ayudarte a mantener los hombros erguidos. Es funcional para inmovilizar la clavícula en casos de recuperación de lesiones y ayuda a tener una postura equilibrada. También es ideal para largas horas frente a la computadora, porque genera la relajación interna de los hombros, y para prácticas deportivas. Confeccionado en gabardina reforzada con interior acolchado para no lastimar con el roce.
El soporte de clavícula de neoprene (S028), similar al modelo anterior. Se destaca por la resistencia que consigue. Está confeccionado en neoprene de 4 milímetros de espesor, y también tiene interior acolchado.
El chaleco corrector postural (C029). Es uno de los más elegidos dado a su practicidad y funcionalidad. Su diseño brinda comodidad en su uso y te ayuda a ser consciente de tu postura diaria, en todas tus actividades. Está confeccionado en neoprene de 4 milímetros de espesor y tiene cierre delantero regulable sobre hombros.
La espaldera ballenada (E026-U), uno de los diseños más acolchados. Ofrece mayor apoyo porque incluye dos varillas, es práctico y fácil de colocar, y tiene cierre posterior. Está confeccionado en velour y goma espuma de alta densidad interna.
Además, para trabajar en la postura y en la musculatura de la espalda, es fundamental que cuentes con una colchoneta plegable de alta densidad D.E.M.A. (D-COL) que tiene un tamaño de 1 x 0.5 metros, tela impermeable y no absorbente, relleno de goma espuma de alta densidad y una funda que facilita el transporte y el guardado.
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