Conocé los motivos de esta lesión y cómo lograr una pronta recuperación.
El codo del tenista, también llamado epicondilitis lateral, es una inflamación o dolor en la parte externa del brazo, cerca del codo, que ocurre cuando los tendones del codo se sobrecargan. Esto frecuentemente sucede al realizar movimientos repetitivos de los músculos del antebrazo que se utilizan para flexionar y elevar la mano o la muñeca.
Si bien su nombre sugiere que es un problema característico de quienes practican tenis, los atletas no son los únicos que pueden padecerlo. Muchas personas que por su trabajo o actividad requieren el uso repetitivo del músculo del antebrazo, como plomeros, carpinteros, trabajadores de la construcción y cocineros, pueden desarrollar codo de tenista. Entre ellas, las que tienen entre 35 y 55 años suelen ser las más afectadas.
El movimiento repetido y el esfuerzo de la articulación generan una serie de pequeños desgarros en los tendones del antebrazo que producen dolor en la parte exterior del codo, y una reducción en la fuerza de agarre. Si bien con el tiempo es probable que el cuadro mejore por sí solo, el médico puede indicar sesiones de fisioterapia y magnetoterapia si el dolor persiste, e incluso cirugía en los casos más graves.
Los cuadros considerados como subagudos pueden mejorar en unos pocos meses solamente con reposo, y en la mayoría de esos casos, el uso de coderas deportivas puede facilitar la recuperación.
Las coderas deportivas de neoprene son grandes aliadas a la hora de aliviar los síntomas del codo de tenista: estabilizan la articulación y aportan calor terapéutico, por lo que son ideales para la recuperación de esguinces, lesiones o inflamación en los tendones.
D.E.M.A. desarrolla coderas deportivas de distintas características. La línea completa está fabricada en neoprene de 4 milímetros de espesor e incluye los siguientes modelos:
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