Alrededor del 50% de estas fracturas ocurren en los miembros inferiores.
Una fractura por estrés, también llamada fractura por sobrecarga, es una pequeña fractura generada por una tensión o esfuerzo repetitivo que excede la capacidad de los músculos para absorber el impacto.
Las actividades que exigen una parte del cuerpo de manera repetitiva, como saltar, cargar peso excesivo o correr grandes distancias, pueden ocasionar micro rupturas en la superficie del hueso que, con el tiempo, se agudizan, generando dolor e inflamación. En algunos casos, estas micro fracturas también se pueden generar a causa del uso normal de un hueso ya debilitado por osteoporosis u otras enfermedades.
Las fracturas por estrés suelen ser más habituales en la pierna y el pie, cuyos huesos soportan gran parte del peso corporal. De hecho, son muy frecuentes en las diáfisis metatarsianas de los dedos.
Los atletas y las personas que transportan cargas pesadas con frecuencia tienen mayor riesgo de sufrir micro fracturas, pero pueden surgir en cualquiera que sobre exija su cuerpo aumentando significativamente la cantidad o intensidad de una actividad en un plazo de tiempo corto.
Otros factores de riesgo incluyen:
Las fracturas por estrés son difíciles de diagnosticar, y muchas veces se confunden con otras afecciones. El diagnóstico preciso puede requerir una radiografía o resonancia magnética. A veces, una radiografía simple no alcanza para mostrar las micro fracturas.
El tratamiento incluye el reposo durante varias semanas (entre 6 y 8 en la mayoría de los casos), y la reducción de la carga sobre la zona afectada para que el hueso cicatrice por sí sólo o con la ayuda de magnetoterapia. Algunos casos agudos pueden requerir cirugía para corregir la posición del hueso.
El uso de una contención como una bota walker puede ser necesario para reducir la carga sobre el hueso hasta que termine el periodo de recuperación.
La bota walker permite lograr la inmovilización total requerida durante períodos prolongados de tiempo, y a la vez, puede quitarse para realizar ejercicios de rehabilitación, previniendo la pérdida de tono muscular; también facilita la higiene, ayudando a una recuperación cómoda, práctica y eficiente. La misma función cumple el inmovilizador de pierna para la rodilla, prohibiendo movimientos inadecuados, de una manera práctica y cómoda.
En nuestro posteo ¿Se puede usar una bota walker en lugar de yeso? hablamos con más detalle de las ventajas de utilizarlas para recuperarse de fracturas y otros problemas.
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