Todo lo que tenés que saber sobre cómo usar, elegir y cuidar tu bastón.
Muchas personas, ya sea por cuestiones de movilidad o causas más específicas como operaciones en la cadera 一por ejemplo一, requieren de un tercer punto de apoyo al momento de caminar. En los casos de baja dependencia, se optan por los bastones, que son más cómodos de utilizar, de guardar en casa y de transportar en comparación con otros elementos como andadores o muletas.
En este posteo te damos cuatro consejos para que puedas trasladarte mejor con el bastón.
Uno de los primeros interrogantes a la hora de obtener un bastón es cómo saber si el tamaño es el adecuado, y no muy corto o muy largo; esta duda suele surgir cuando es la primera vez que se utiliza uno.
La forma de darse cuenta si estamos eligiendo el bastón correcto es por medio de una simple medición: el largo del bastón, de punta a punta, debe ser igual de alto que la altura del cuerpo del suelo a la muñeca. Si es que el producto alcanza la muñeca, es el indicado.
Luego de contar con un bastón, aparece otra pregunta: ¿de qué lado se usa? Si bien lo más importante es la comodidad, lo cierto es que es recomendable usar el tercer apoyo en el lado débil. Es decir, si la pierna derecha es la que tiene el problema de movilidad más importante, el bastón debería llevarse en el lado derecho, con el objetivo de hacer de soporte en el flanco que lo necesita.
Luego de unas semanas de uso constante, es probable que el regatón (es decir el pie de goma en el cual se hace el contacto bastón-suelo) se haya gastado. Esto será notorio por tres razones:
El agarre será menor, y el bastón puede tender a deslizarse.
La forma que tenía cuando era nuevo se verá como “pulida” o con bordes redondeados.
El regatón se sale porque la goma está vieja y agrietada y ya perdió su forma original.
En ese momento es central cambiarlo, ya que representa un peligro para el paciente, cuyo equilibrio depende de la estabilidad de ese soporte. Esto es muy simple: hay que comprar un regatón nuevo y cambiarlo por el viejo; no se requieren más herramientas que la mano.
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Al momento de requerir ayuda para caminar, es muy común pensar solamente en el bastón como opción. Sin embargo, las muletas son una ayuda que en muchos casos puede ser la más adecuada. Principalmente, esta es la ideal para momentos en los que la necesidad de tercer apoyo es “alta”; serían casos como:
Quebraduras con yeso, como la de tibia y peroné.
Postoperatorios, por ejemplo en cirugías por ligamentos rotos.
Entre otros.
De cualquier manera, hay muchos tipos de bastones y muletas, para cada necesidad y gusto. Por ejemplo, podríamos destacar la flexibilidad del bastón canadiense, que puede ser muy útil para muchos posoperatorios.
En D.E.M.A. estamos comprometidos con ofrecer mayor movilidad a las personas. En este caso, contamos con productos que pueden ayudar a personas que requieran un soporte para poder movilizarse con tranquilidad y seguridad. También contamos con algunos complementos.
Entre los productos más destacados, se encuentran:
Los distintos tipos de bastones: el de madera (B306), el canadiense (JL933L), el cuádruple (JL931), el de aluminio plegable (B301), el de mango curvo de aluminio (B300), el de mango en T de aluminio (B303), el bastón regular de aluminio y bronce (B302). Todos estos comparten la cualidad de estar formados de distintos materiales reforzados que son tanto duraderos como fiables. Además, todos tienen apoyo en un regatón de goma que es intercambiable con nuestro repuesto (R002).
También la muleta de aluminio regulable (JL925L), que se venden en pares y están diseñadas en aluminio reforzado con nueve posiciones de altura posibles y cinco de la axilera. El grip de mano y de axila son reemplazables, respectivamente por los repuestos H6 y H5.
Podés encontrar estos y todos los productos D.E.M.A. de forma online o acercándote a la ortopedia más cercana a donde estés. Buscala haciendo clic en el mapa debajo:
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