Mejorar la postura de un niño es fundamental para aportar a un desarrollo saludable de su cuerpo.
Todos sabemos que uno de los principales problemas de la niñez es la postura. Muchos chicos tienen la costumbre de encorvarse o torcerse y, al estar en la época de crecimiento, ese hábito es muy negativo para su futuro.
Además, la razón no es siempre física, sino que los especialistas han determinado que muchas veces la mala costumbre se debe a la misma etapa de la vida que los niños recorren y a su propia personalidad: por ejemplo, muchas niñas tratan de esconder su desarrollo físico incipiente por medio de torceduras de la espalda; a su vez los niños en general, si son retraídos, han mostrado señales físicas de ello con encorvaduras. Por razones como estas es que el período más proclive a presentar desviaciones vertebrales es de los 9 a los 12 años.
A pesar de que esta situación sea común, no quita que sea un problema: los niños con mala postura, en el futuro tienen dolencias u otras dificultades. Hay distintos tipos de desviamientos, el más grave es el estructural, es decir, el que ya tienen la posibilidad de presentar escoliosis, hiperlordosis o cifosis porque van más allá de un mal hábito pasajero.
En primer lugar, cualquier pediatra hará un control de este problema y podrá detectar en el momento si hay o no hay que preocuparse. Es un control de rutina. Entonces, el primer paso cuando notamos una mala postura o un mal hábito, antes de tomar cualquier decisión, es consultar al médico.
Además, hay algunas soluciones que, desde casa, pueden marcar una diferencia positiva. Principalmente, se basan en la actividad física correcta (siempre sin hacer doler) y algunas pequeñas ayudas que darán una mano.
Para estos casos de cifosis dorsal, se recomienda un ejercicio sencillo que se puede hacer entre padres e hijos. Comienza en el suelo, boca arriba y con los talones apoyados en la pared logrando tener las dos piernas estiradas hacia arriba lo más cerca a los 90 grados. Los brazos deben estar estirados hacia afuera, logrando un ángulo de 90 grados con el tronco.
Se deben hacer respiraciones profundas que expandan el pecho y lo estiren. Con este ejercicio, se logrará estirar la espalda y practicar la postura.
Para estos casos, en los que el niño desarrolla una postura que dobla de más la parte baja de la columna, también se puede ejercitar entre padres e hijos. Se comienza con el cuerpo boca arriba en el piso, pero en este caso las piernas van estiradas sobre el suelo también. Hay que prestar especial atención a que la cintura esté apoyada en el suelo. A partir de esa posición, hay que hacer el movimiento de elevar un poco el coxis intentando que la baja espalda (zona lumbar) se toque con el suelo sin mover otra parte del cuerpo.
Muchos profesionales, para tratar temas relacionados con la postura o los dolores posturales, recomiendan el deporte. En el caso de los niños, se puede optar por actividades que refuercen también la sociabilidad, dependiendo de los gustos del niño. Es muy importante que disfrute de la actividad.
Sin embargo, muchos recomiendan la natación como una actividad integral que fortalece, entre muchas otras cosas, la musculatura y las formaciones óseas de la espalda y las piernas, que determinan la postura.
De acuerdo a la prescripción médica, se puede optar por un corrector postural para niños. El corrector actúa simplemente como un refuerzo (disimulado) para el día a día, un ayuda memoria para colaborar con la corrección de la postura. Además, ayuda a la circulación y al alivio de estrés y dolores en la zona. También es ideal para actividades cotidianas que tienden a facilitar la mala posición, como por ejemplo mirar la televisión, jugar con un celular y demás.
Dentro de nuestro catálogo de productos, D.E.M.A. posee dos mejores amigos de la buena postura para los chicos:
El Chaleco corrector postural (C029): confeccionado en neoprene con 4 milímetros de espesor y cierres en abrojo. Es disimulado y se recomienda usar por encima de una prenda de algodón para evitar molestias.
El Soporte de clavícula de neoprene (S028): con una doble almohadilla acolchonada para la mayor comodidad posible, el sujetador es regulable con abrojos y está diseñado en 4 milímetros de neoprene de espesor.
Ambos productos están diseñados para brindar contención y soporte gradual para esos momentos en los que el niño desequilibra la postura. Se pueden encontrar de forma online o acercándose a la ortopedia más cercana:
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