En este artículo explicamos las claves para correr con la técnica correcta, evitando esguinces, fracturas por estrés, fascitis plantar y otras afecciones.
Correr es una actividad que, cuando se realiza de forma correcta, puede brindar innumerables beneficios para la salud. Sin embargo, para mantenerse libre de lesiones y disfrutar al máximo de esta actividad, es vital comprender la técnica correcta para hacerlo. Es muy común no tenerla en cuenta, pues correr parece una actividad natural, pero hacerlo con mala técnica puede traer consecuencias físicas que son evitables.
A continuación, exploraremos en detalle las pautas para correr correctamente y evitar lesiones.
La forma en que se pisa el suelo es un factor determinante para la salud al correr. Una mala pisada puede llevar a una serie de lesiones comunes, como la fascitis plantar, la tendinitis y problemas en la rodilla. Para correr con una pisada adecuada, se debe:
Aterrizar con el pie de manera uniforme, evitando que la mayor parte del impacto recaiga en el talón o en el antepié. Una buena técnica implica aterrizar con el pie algo hacia afuera.
Mantener una zancada moderada y natural, evitando pasos demasiado largos o cortos que puedan aumentar la tensión en las articulaciones.
Sostener a los tobillos estables y evitar que colapsen hacia adentro (pronación excesiva) o hacia afuera (supinación excesiva).
La técnica de carrera juega un papel crucial en la prevención de lesiones. Llevar adelante una mala posición puede aumentar la presión sobre los músculos y las articulaciones, lo que incrementa el riesgo de lesiones. Algunas de las claves para una buena técnica de carrera son:
Mantener una postura erguida con la cabeza alineada con la espalda y los hombros relajados.
Balancear los brazos de manera natural y relajada en línea con la zancada, evitando cruzarlos frente al cuerpo, lo que podría disminuir la eficiencia de la carrera.
Asegurar que la cadencia (ritmo de zancada) sea adecuada, ya que un ritmo constante y moderado puede reducir el impacto en las articulaciones.
Evitar la sobreelongación de la pierna en la zancada, lo que podría aumentar el riesgo de lesiones.
La elección de la superficie y el calzado también son factores determinantes para evitar lesiones. A continuación, algunas consideraciones específicas:
Se debe variar las superficies de carrera siempre que sea posible. Optar por superficies más suaves, como tierra batida o césped, para reducir la tensión en las articulaciones en comparación con el asfalto.
Hay que asegurarse de que las zapatillas de correr se ajusten correctamente y proporcionen el soporte adecuado para el tipo de pisada propia. Elegir calzado que ofrezca una buena amortiguación para absorber el impacto.
No se deben utilizar zapatillas gastadas, ya que pueden aumentar el riesgo de lesiones debido a la falta de mitigación del impacto que pueden presentar.
Una técnica de carrera deficiente o la falta de atención a la pisada, la superficie y el calzado adecuado pueden dar lugar a lesiones como esguinces, fracturas por estrés, fascitis plantar, tendinitis y daño en las articulaciones, como la rodilla. Además, una técnica deficiente puede afectar negativamente el rendimiento del corredor y disminuir la eficiencia en la carrera.
También es importante conocer las soluciones D.E.M.A. que pueden ayudarte a recuperarte de las consecuencias de una mala técnica de corrida. Dichos pacientes pueden confiar en estas soluciones:
La bota walker corta, un producto pensado para inmovilizar la zona a 90 grados durante el periodo de recuperación, evitando dolores y sobrecargas en el tendón de aquiles. Está confeccionada en plástico reforzado de 6 milímetros de espesor, y tiene suela antideslizante. Luego de la bota, se puede pasar a una tobillera con doble soporte en ocho de neoprene. La tobillera puede brindar la contención necesaria hasta la recuperación, ayudando a una correcta entrada en calor de la zona y ofreciendo estabilidad a los movimientos del tobillo.
La férula de neoprene para fascitis, especialmente diseñada para aliviar las molestias ocasionadas por la fascitis plantar, ayuda a elongar el tejido. Confeccionada en neoprene de 4 milímetros de espesor, es una solución muy cómoda de utilizar tanto durante el día como en la noche, y también puede usarse para mejorar casos de antepié caído.
Las rodillera articulada de neoprene, con doble sujeción superior e inferior en abrojo. Esta rodillera brinda contención a la articulación, y puede ayudar a reducir el dolor en cuadros de síndrome de la banda iliotibial. Se recomienda, asimismo, el uso de plantillas que ayuden a corregir la pisada.
Estos productos se pueden adquirir de forma online o en la ortopedia más cercana a donde te encuentres. Buscala en el mapa debajo:
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