La dislocación del hombro es una lesión habitual entre deportistas y personas que realizan actividad física a diario. Descubrí por qué sucede y cómo cuidarte para lograr una pronta recuperación.
¿Sabías que el hombro es la articulación del cuerpo que mayor rango de movimiento tiene? Pero también es la articulación que más riesgo tiene de sufrir una luxación.
Un hombro dislocado es una lesión en la que el hueso del brazo se sale de lugar, quedando por fuera de la cavidad del omóplato. Gracias a que puede moverse para diferentes lados, el hombro se puede luxar (dislocar) hacia adelante, hacia atrás o hacia abajo, de forma total o parcial.
Las causas más habituales de las luxaciones de hombro son las lesiones deportivas, por movimientos bruscos; los accidentes (incluidos los accidentes de tránsito); las caídas (que pueden ser sobre el hombro o sobre el brazo extendido) y los golpes de alto impacto.
Un hombro dislocado suele ser muy doloroso, habitualmente presenta inflamación y dificultades para mover el brazo. Cualquier persona puede sufrirlo; es más común en personas que practican deportes o hacen actividad física a diario, particularmente hombres entre los 20 y 30 años.
El tratamiento habitual para la luxación de hombro comienza con la reubicación del brazo en su lugar, dentro de la cavidad del omóplato. Esto debe realizarlo un médico o personal capacitado para asistir este tipo de lesiones.
Luego, es conveniente la utilización de cabestrillos para mantener el brazo en su lugar y limitar los movimientos de la articulación. El tiempo de uso del cabestrillo puede ir desde algunos días hasta varias semanas, dependiendo de la gravedad de la lesión y las recomendaciones del médico.
Como último paso, hay un periodo de rehabilitación que incluye fisioterapia, magnetoterapia, kinesiología y ejercicios para fortalecer los músculos de la articulación. Un hombro que se ha dislocado una vez tiene más riesgos de volver a luxarse, por lo que los ejercicios físicos son esenciales para darle una mayor estabilidad y fortalecimiento a la articulación y prevenir futuras luxaciones.
Para contener al hombro en este periodo es ideal la utilización de hombreras térmicas, ya que estas ofrecen calor terapéutico y analgésico, brindando mayor seguridad a los movimientos.
D.E.M.A. desarrolla distintos tipos de contenciones como cabestrillos y hombreras, pensadas para ofrecer la mejor sujeción y ayudarte a lograr una pronta recuperación.
Entre ellos se destaca el cabestrillo con faja velpeau (código C025A), ideal para recuperarse de luxaciones, fracturas, y otros tipos de lesiones. Debido a su diseño, la faja ofrece la inmovilización total de la zona afectada, los tiradores posteriores en forma de cruz distribuyen el peso de forma equilibrada, evitando contracturas y malestares musculares. Está confeccionado en tela reforzada y acolchado, se regula con hebillas y abrojos, pudiendo utilizarse en ambos brazos.
Para brindar calor terapéutico y contención a los movimientos en el periodo de fortalecimiento, el uso de una hombrera (código H029U) de 4 milímetros de espesor es óptimo. La sensación de seguridad y contención que ofrece es un detalle esencial para una pronta recuperación y la prevención de futuras lesiones.
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