La artrosis suele asociarse a “desgaste inevitable”, pero hoy la ciencia demuestra que algunas lesiones articulares se pueden frenar si se tratan a tiempo y con el método adecuado.
Entre esas herramientas aparece la artroscopia, una técnica mínimamente invasiva que permite intervenir dentro de la articulación sin los riesgos de una cirugía abierta. En esta nota te contamos cuándo puede cambiar el pronóstico de una articulación que empieza a deteriorarse, qué resultados puede ofrecer y qué señales conviene no ignorar.
En esta nota conversamos con el Dr. Ariel Graieb, especialista en Ortopedia, Traumatología, Artroscopia y Traumatología del Deporte, para responder de forma clara y accesible las dudas más frecuentes sobre artroscopia, recuperación y cuidados postquirúrgicos.
Además, sumamos recomendaciones y accesorios útiles de DEMA para acompañar la rehabilitación.
El Dr. Graieb explica que la artroscopia es una herramienta mínimamente invasiva que permite tratar lesiones dentro de la articulación sin necesidad de una cirugía abierta.
“Si estas patologías tienen una evolución natural conocida hacia la degeneración artrósica, entonces el tratamiento artroscópico exitoso puede detener esa evolución”, señala el especialista.
Esto ocurre especialmente en lesiones como:
En resumen: tratar a tiempo una lesión articular por artroscopia puede evitar que con los años progrese a una artrosis más severa.
Según el Dr. Graieb, cuando un paciente no experimenta la mejoría esperada, lo primero es revisar el diagnóstico inicial y descartar complicaciones que puedan haberse presentado.
“Una vez identificada la causa, se toma una decisión terapéutica considerando variables como edad, comorbilidades, objetivo deportivo y nivel de actividad”, detalla.
En estos casos, puede requerirse:
El derrame articular (líquido dentro de la articulación) es relativamente común.
“Puede ser testimonio de una sobrecarga funcional articular”, afirma el especialista.
Esto sucede porque la rodilla operada tolera menos carga durante el período inicial de recuperación, por lo que actividades cotidianas como subir escaleras, hacer compras o retomar el deporte demasiado pronto pueden irritar la articulación.
También puede ser signo de una complicación, por lo que siempre se recomienda consulta.
Bolsa de frío instantáneo o compresas frío-calor, para manejar inflamación sin depender solo de medicación.
No necesariamente.
“Dependiendo del gesto artroscópico, del tiempo operatorio y del paciente, puede usarse anestesia general, raquídea o incluso local intraarticular”, explica el Dr. Graieb.
Esto contribuye a que la artroscopia sea una intervención segura y con rápida recuperación.
La microfractura es un procedimiento que induce la formación de fibrocartílago, un tipo de cartílago reparativo que, si bien mejora la función, no tiene exactamente la misma resistencia que el cartílago original.
“La descarga con muletas dura entre 3 y 4 semanas, mientras que la maduración completa del tejido tarda alrededor de 1 año”, enfatiza el médico.
“El retorno al impacto suele demorar de 4 a 8 meses”.
Esto recalca la importancia de respetar los tiempos y progresiones que indique el profesional.
Es perfecta para entrenamientos intensos, clases de danza o como soporte en procesos de recuperación.
Los ruidos articulares son comunes y, en muchos casos, no representan un problema.
“La hiperlaxitud articular, por ejemplo, puede generar chasquidos banales”, detalla el Dr. Graieb.
Sin embargo, existen causas patológicas:
Si el ruido es doloroso, limita el movimiento o aparece con inflamación, se recomienda consulta.
Aunque la artroscopia es segura, existen complicaciones poco frecuentes que el Dr. Graieb destaca:
Es muy rara, pero puede ser grave. Requiere antibióticos y un lavado articular.
Ocurre principalmente en pacientes mayores de 60 años. Consiste en la alteración del hueso subcondral, sobre todo del cóndilo femoral medial.
Si progresa, puede derivar en artrosis precoz.
Por eso es clave un buen seguimiento y controles periódicos.
Para acompañar el proceso después de una artroscopia, DEMA ofrece productos que facilitan el manejo del dolor, la movilidad y el regreso seguro a la actividad:
La artroscopia es una herramienta moderna, segura y efectiva cuando se utiliza en el contexto adecuado y con un diagnóstico preciso. Tal como explica el Dr. Ariel Graieb, el éxito del procedimiento depende del tipo de lesión, la rehabilitación y el control de cargas en el postoperatorio.
Con acompañamiento profesional y los insumos correctos, los pacientes pueden recuperar su función articular y volver al deporte o la actividad cotidiana con menor dolor y mayor seguridad.